NOTICIA
Comunicado a la opinión pública del Comité Científico de SOCHEG frente a difusión periodística sobre casos de tromboembolia venosa en usuarias de drospirenona y anticonceptivos hormonales
Información de la Sociedad Chilena de Endocrinología Ginecológica a la comunidad en relación con progestinas usadas en anticonceptivos hormonales.
La Sociedad Chilena de Endocrinología Ginecológica, SOCHEG, considera oportuno informar a la comunidad en relación a informaciones confusas respecto a productos que contienen drospirenona, que han generado inquietud en la opinión pública.
A partir de 2011, la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), la Agencia Norteamericana Food and Drug Administration (FDA) y la Agencia canadiense Health Canada han comunicado diferencias en el riesgo potencial de tromboembolismo venoso al comparar diversos anticonceptivos.
Algunos estudios, no todos, sugieren menor riesgo de tener tromboembolia venosa (coágulos en la sangre) en usuarias de anticonceptivos orales combinados con levonorgestrel comparado con aquellas que contienen drospirenona, desogestrel o gestodeno.
Cualquiera de ellos tiene menor riesgo de tromboembolia venosa que el embarazo y periodo posparto o puerperio.
El riesgo en términos absolutos se sitúa en los siguientes rangos: hasta 1 caso por cada 10.000 mujeres sanas por año en no usuarias de anticonceptivos, 6 por cada 10.000 por año en mujeres embarazadas, 2 por cada 10.000 mujeres por año en usuarias de levonorgestrel y entre 3 y 4 por cada 10.000 mujeres por año en usuarias de anticonceptivos de tercera y cuarta generación.
Levonorgestrel es una progestina perteneciente al grupo denominado “segunda generación” que se caracteriza por poseer leves efectos androgénicos. Se incluyen como pertenecientes a la “tercera y cuarta generación” a los anticonceptivos hormonales que contienen progestinas con otros efectos específicos, lo que las hace elegibles o recomendables en determinadas situaciones clínicas. Pertenecen a estos grupos: desogestrel, gestodeno, nomegestrol, dienogest y drospirenona, entre otros.
La Agencia Nacional de Medicamentos ANAMED, del Instituto de Salud Pública de Chile, comunicó haber recibido, desde el año 2003 al 17 de junio de 2013, 13 notificaciones de reacciones adversas de trombosis venosa, ninguna de ellas con desenlace fatal, de un total de 434 notificaciones reportadas para productos que contienen drospirenona.
La tromboembolia es un riesgo conocido para diferentes asociaciones hormonales de uso común, información que está disponible para médicos, matronas y usuarias en el instructivo que se adjunta a cada producto.
La tromboembolia venosa es un evento que se asocia mayoritariamente a inmovilización por yesos, grandes cirugías, reposo en cama, viajes largos, tabaquismo, dislipidemias, obesidad, mayor edad y trastornos de la coagulación, conocidos como trombofilias.
Está recomendado por la Organización Mundial de la Salud y las principales sociedades científicas internacionales y nacionales, incluyendo SOCHEG, que los profesionales facultados para recetar consideren estos riesgos al consensuar el uso (indicar, iniciar, mantener, cambiar o suspender) de un determinado tratamiento anticonceptivo y que la usuaria sea instruida sobre el oportuno reconocimiento de efectos no deseados.
La muerte por tromboembolia venosa es un evento aún más infrecuente. El riesgo absoluto de fallecer por esta causa en una mujer usuaria de anticonceptivos hormonales sería de 1/100.000 mujeres por año, riesgo menor que el de morir por tromboembolia venosa en embarazo (6 por cada 100.000 mujeres por año) y puerperio (40/100.000 mujeres por año). El Registro de Eventos Adversos de Medicamentos de Chile, no ha recibido reportes de muertes por fármacos anticonceptivos combinados de estrógenos y progestinas.
Según informaciones difundidas recientemente desde Canadá, médicos y farmacéuticos habrían reportado 600 reacciones adversas entre 2007 y febrero de 2013, incluyendo 23 muertes, relacionadas con un anticonceptivo oral combinado, sin mencionar el número de usuarias de ese fármaco e incentivando la notificación de uno solo de los fármacos de la clase, o sea, sin que se pueda comparar con el resto de los anticonceptivos hormonales disponibles.
La misma agencia, reconociendo las limitaciones del informe, recomienda no cambiar de prescripción sin una razón justificada, acogiendo la recomendacion de la FDA de los Estados Unidos de diciembre de 2012 para el mismo producto.